Buscando por los congeladores nos encontramos con una bolsa de fresas y tuve la feliz ocurrencia de preparar este dulce que tan buena acogida tiene dentro de mi casa...Ademas todavía estamos deseosos de postres frescos de este tipo debido a la calor que tenemos por el sur, el veranillo de San Miguel hace de las suyas en pleno otoño como todos los años...
250 gramos de fresas
250 gramos de queso batido
6/8 cucharadas de azúcar
200 cc. de nata para montar
3 sobres de gelatina neutra
3 Claras de Huevo
75 gramos de mantequilla
1 Paquete de galletas
1.- Montamos las claras a punto de nieve y reservamos.
2.- A continuación montamos la nata y reservamos.
3.- Trituramos las fresas y pasamos por un colador para quitar las semillas. Una parte la reservamos para la cobertura.
4.- Cogemos el resto de las fresas y mezclamos con el queso batido.
5.- Trituramos las galletas con 75 gramos de mantequilla y cubrimos el molde elegido aplastando esta mezcla por partes iguales al fondo del mismo. Reservamos en el frigorífico para que coja cuerpo.
6.- Mientras vamos incorporando al queso y las fresas la nata montada y las claras con movimientos envolventes de abajo arriba delicados para que las claras no se bajen.
7.- En estos movimientos envolvente también vamos incorporamos a la vez dos de los sobres de la gelatina.
8.- Vertemos la mezcla sobre el molde con el fondo de galletas y volvemos a introducir en la nevera hasta que cuaje la mousse de fresa.
9.- Cogemos el resto de las fresas y ponemos a calentar con azúcar y un poco de agua para hacer un almibar , de este dependerá lo espeso que queramos la parte de arriba, incorporamos otro sobre de gelatina deshaciendo bien.
10.- Dejamos atemperar y cubrimos con esta mezcla el mousse que estará ya cuajada e introducimos de nuevo en la nevera hasta el momento de emplatar, servir o decorar...
Qué bueno! tomo nota